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Discìpulo

EL MAESTRO

 

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 Cuando nos levantamos en las mañanas y abrimos los ojos:,"   Despertamos,un nuevo día”.-- nos decimos ---

 

 ¿Realmente lo hacemos?,¿No será que seguimos dormidos,quizás menos dormidos que cuando minutos antes soñabamos?

 

  Nada nos garantiza que  después al abandonar la cama, nuestros   movimientos,desde los más elementales(asearnos, vestirnos y comer), hasta los más complejos, como cumplir con las exigencias de   trabajo, se ejecuten en  estricta vigilia.

 

Sabemos tan solo que al emprender la jornada diaria, inercialmente nos desplazamos a la ejecución de esas labores que tenemos mecanizadas desde mucho tiempo atrás(algunas desde nuestra tierna niñez) y que por lo tanto realizamos aceitadamente; pero huérfanas de la experiencia de autopercepción . Pertenecen ellas AL MUNDO DEL SUEÑO sin la más mínima  probabilidad de abandonarlo,colocadas ahí sólo para verlas,  no para modificarlas.

 

 

SI NO SABEMOS NADA  sobre recordarse a sí mismos en el desenvolvimiento de la cotidianidad.Si no sabemos nada sobre percibirla  sin adornarla. Nada sobre captarla . ENTONCES NO SABEMOS NADA SOBRE ESTAR DESPIERTOS.

 

  

"¡ Aprendices  abandonen su mente, su personalidad. Conéctense con  la realidad,  contemplen el mundo, sus sucesos. sus ires y venires. sean espectadores, no  actores"--fueron  las palabras de inauguraciòn del Ashran.

 

 A esos primeros  discípulos les habló de dos estados básicos de consciencia: soñar y despertar. Enfatizò, que el primero no era un simple símbolo, utilizado    para  indicar  escaso compromiso del hombre con  sus actividades y trabajo. Les predicó  que el sapiens  tal y como lo conocemos duerme por naturaleza, y  excepcionalmente despierta. Que además no tenía la posibilidad alguna de acceder a la  vigilia, porque estaba diseñado  sólo para amamantarse  del duermevela que le proporciona  el néctar del placer.

 

  EL  primer día de instrucción, al levantarse,justo al despuntar el sol,el instructor  exhortó a los aprendíces  a  repetir : ¡estoy despierto!, ¡estoy despierto!--cual letanìa--Todas las veces que  fuese necesario. Intensamente. Como si de ello dependieran  sus vidas”.   La jaculatoria pretendía deshabilitar sus pensamientos habituales. Iniciarlos  en un día sin ataduras del pasado,y sin ilusiones a futuro. Afincarlos tan sòlo en un
terrenal presente.
 
 Así se dijo. Así se hizo.

 

 

  ¡DISCIPULOS!   ¿VELAN O DUERMEN?-- preguntò el maestro--

 

  

 

1 comentario

Rodolfo -

Antes de traspasar la puerta del INSTITUTO VIGILIA PONGAMOS ORDEN AL CAOS DE NUESTRO SUBCONSCIENTE. Asi surgira el maestro que dara respuestas a las inquietudes mas hondas de nuestro corazon.